Mi Casa es una quimera
donde se queman mis sueños,
calles, el fogón, los leños
calles, el fogón, los leños
mi niñez se incinera.
la inocente fantasía.
El
tiempo en su travesía
enciende mi
adolescencia,
y con esa gran
transparencia
se pierde en la
lejanía.
.
si la insensatez la arruina;
pierde la ciudad su sello,
ya la Marqueta se calló.
luces que se arremolinan,
luces que se arremolinan,
Si la ciudad determina
perderse, correr, y
llorar
de nada vale contemplar,
es inútil detenerla,
cuando vuelva, por favor
bríndenle un poco de amor
saluden con la cabeza.
Y aprueben su nobleza,
sin burlas, ni sobrenombres;
pongan a sus calles nombres,
no intenten otra salida;
en una ciudad perdida
no valen nada los hombres...
no valen nada los hombres...
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